“Si el paciente bebe mucho, el antidepresivo no funcionará con tanta eficacia”, mencionó Andrews.
La combinación de los ISRS con el alcohol también puede aumentar los efectos secundarios del fármaco e intensificar algunas sensaciones como la somnolencia, la fatiga o los mareos, añadió Andrews. “He tenido pacientes que afirman que, al tomar una copa, se sienten como si hubieran tomado dos. Tal vez sea mayor el efecto que produce el alcohol, pero no el de esa euforia agradable, sino más bien el de sentirse decaído y melancólico”.
Beber más alcohol del que se recomienda en las guías alimentarias actuales de Estados Unidos —dos copas o menos al día para los hombres y una copa o menos al día para las mujeres— podría hacer que no se cumpla el objetivo de aminorar los síntomas de ansiedad o depresión, comentó Andrews.
Hasta hoy, no existen muchas pruebas, si es que las hay, de que sea perjudicial una copa esporádica cuando se están tomando antidepresivos del tipo ISRS. Pero sabemos menos acerca de los efectos a largo plazo cuando se consume alcohol con frecuencia, lo cual es algo que hay que investigar más, señaló Glance.
La idea de que no hay que mezclar alcohol con antidepresivos viene de investigaciones previas sobre antidepresivos previos que ahora se recetan con menor frecuencia. “El mensaje de: ‘No bebas si estás tomando antidepresivos’ se basa en las probabilidades de que la sedación sea más fuerte, pero se relacionaba con medicamentos anteriores, como los antidepresivos tricíclicos”, explicó Glance.
A las personas que no pueden tomar ISRS —o a quienes no les benefician— quizá les sigan recetando antidepresivos tricíclicos u otros tipos de antidepresivos que podrían interactuar con el alcohol. Glance señaló que, por ejemplo, consumir alcohol cuando se están tomando antidepresivos inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO) puede provocar peligrosos picos en la frecuencia cardiaca y la presión arterial que tal vez requieran hospitalización. “Cuando se está tomando algún IMAO, no es nada conveniente consumir alcohol”.
Es posible que otro antidepresivo que también se receta con frecuencia llamado bupropión (Wellbutrin) aumente el riesgo de padecer convulsiones cuando se mezcla con mucho alcohol.
Al final, comentó Glance, la mejor recomendación es la misma que para cualquier fármaco que se esté tomando: “Saber qué tipo de medicamento estás tomando y hablar con tu médico acerca del consumo de alcohol”.
Jyoti Madhusoodanan es una periodista independiente que vive en Portland, Oregón.